Condemnation
Capitulo XIV
Podría empezar por como insistían en sacarme de marcha después de lo de Mendax, podría empezar por The Kinky Squad irrumpiedo en la sala pero mi historia comienza al entrar en la sala Condemmnation y como tras el paso por los concurridísimos y casi violadores aseos entramos a la barra del fondo donde mis dos acompañantes, Mac y Disco Very me dan sus consumiciones para que yo pida sus tragos. Confiando erróneamente en que era lo suficientemente guapo para ser atendido a la primera. No fue así, sino que el camarero me ignoraba sistemáticamente mientras atendía a gente que llegaba después de mí. Me sentí pequeño, menudo y terriblemente feo comparado a los chicos de ciudad, hipertrofiados, hipermusculados e hiper casi todo lo que se ocurra. Tras unos minutos que parecieron horas ÉL se digno a mirarme, cada vez más diminuto en la esquina de la barra. Se me acerco desafiante y se inclinó hacia mí. Me miró a los ojos y se mojo los labios. ¿Que te pongo? decía mientras parecía centrar su atención en mí. Me pones tripas, no me pones nada o me pones de los nervios fueron las frases que se me cruzaron por la cabeza pero prefreí ceñirme al pedido y gritarle por encima de la atronadora música un vodka con limon, un gin tonic y un vodka con tonica.
Pone los vasos con el hielo y sirve el alcohol. No se si me miró una vez mas, si quería desafiarme o buscaba mi aprobación pero a medio atenderme decidió que el frió invernal que el aire acondicionado nos estaba dando le provocaba demasiado calor en su solitaria barra y se quitó la camiseta dejando ver su cuerpo. El típico cuerpo de gay de gimnasio. Trabajado hasta la extenuación, hipermusculado y anabolizado. Marmóreo y perfecto su abdomen se colocó frente a mi cara. Mi nivel de enfado crecía a niveles vertiginosos porque sobretodo creía a ciencia cierta que eso no lo había hecho por mí, ni que tampoco lo había hecho porque tenia calor; me estaba ignorando, como cliente, como hombre, como ser humano y como un pedazo de carne al que follarse. Y esto era lo que mas me dolía, no porque tuviese el mas mínimo interés en él. De hecho, tenia ese tipo de físico que no me atrae en absoluto y que creo que Naciones Unidas debería abolir. Pero me dolía y me entraban ganas de pegarle y demostrarle que es ser fuerte de verdad, que tenia cara y que podía parecer "fibrado" pero que podía levantar un camión en un día bueno y que desde luego él no era ningún tipo de competencia para alguien como yo. Para alguien con poderes.
Se pasó la camiseta por la frente y volvió a inclinarse hacia mi, -Me habías dicho, un vodka con limón y el otro...- mientras tensaba sus innumerables músculos. Con tónica sonreí antes de apuntillar como las supermodelos.
Una de las paredes reventó mientras The Kinky Squad entraba por el agujero y querían robar, matar o algún delito cualquiera pero yo no quite los ojos del camarero que no me miraba. Disco y Mac se preparaban para actuar sin ser vistos. Entre los tres íbamos a parar al crimen, el dolor, la maldad y a preservar la justicia, la vida humana y esas cosas, pero yo solo podía pensar en como convertir a ese camarero en papilla, en como convertirlo en protagonista, en como hacer que sintiera que su vida pendiera de un hilo y después salvarlo, preguntarle su nombre y referirme a él por otro o algo así de malvado.
Si me hubiese mirado me habría visto ponerme el antifaz.
martes, agosto 22, 2006
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3 comentarios:
Brutal, me siento como si estuviera dentro de la historia, la descripición ha sido genial.
Más que sobresaliente... supersaliente
Estoy de acuerdo.
Me puedes llamar idiota... pero te prometo que hasta ayer que imprimí (te lo juro!) todas las entregas y me puse a leerlas ayer tarde tranquilamente no me había percatado de lo verdaderamente bueno que es todo esto.
Thanx, my friend... por estos buenos ratos de lectura.
Mr. Missing (aka Sr. D)
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